Triste Fin de Sexenio

Triste es el Fin de este Sexenio, como Triste fue su existencia; Poco Afortunada dirían otros, Caótica, una buena parte y no faltan aquellos que dicen que fue anecdótica, digna de competir con las mejores épocas del Filosofo de Guemez, sin embargo yo sostengo que mas que otra cosa es Triste.

Triste es haber tenido a un presidente que se atreve a declarar que “Ya Puedo Decir Tonterías, Al cabo ya me Voy”, y que se le festeje como una gracejada mas en la larga cadena de pifias cometidas.

Triste es que el tenue equilibrio que mantenía la paz social se rompa ante la inmovilidad del gobierno federal y tengamos un estado como Oaxaca, detenido económicamente desde hace mas de seis meses, en el que la guerra entre el Narco es abierta en toda la república, por lo que ya no nos sorprenden las noticias diarias de los ajustes de cuentas y que ante esta realidad, todavía Fox tenga el descaro de declarar que entrega un País en Paz.

Triste es que regresemos a los golpes a la población de fin de Sexenio que se dan con el aumento a las gasolinas y el 30% en el litro de leche Liconsa y a ver que mas falta para el ultimo día, si no es que la cascada de aumentos e inflación es inevitable al aumentar un insumo tan básico como es el disel.

Triste es que de pronto nuestro patrimonio quede a merced del aparato de estado con la eliminación del Secreto Bancario, con lo que la autoridad esta facultada para verificar nuestros ingresos y los impuestos que pagamos por ellos; Esto estaría bien, si la medida fuera para aplicarse a los grandes evasores, sin embargo, estos tienen una gran capacidad de maniobra y lo único que se logra con esta medida es la fuga de capitales del país y que se persiga a los pequeños comerciantes, que son quienes resultan mas vulnerables a esta medida.

Triste es que el presidente haya tenido que depender de un vocero que de la versión oficial de lo que quiso decir el presidente y que además después de todo haya que tratar de averiguar que fue lo que realmente dijo el vocero presidencial, eso cuando no lo desmiente algún otro integrante del gabinete.

Triste es que la deuda interna sea tan grande que a pesar de los ingresos excedentes de petróleo, el presupuesto de 2007 considera menos recursos que el 2006 en los programas sociales para combate a la pobreza.

Triste es que como País hayamos permitido un resultado electoral fraudulento, que además, cuando alguien protesta, lo callemos diciendo, “Ya ni modo, ya no la hagas de tos, Aguántate hasta la Próxima” y que muchos tengan la certeza de que hubo fraude y hayan decidido que no se podía hacer nada.

Triste es que los que mas vayan a extrañar al presidente saliente sean los caricaturistas.

Triste es que los medios de comunicación dejen de ser imparciales y tomen partido por instrucciones oficiales.

Triste es que después de traicionar a la Democracia, se instrumenten las medidas necesarias para operar con un estado Represor, que pueda perseguir impunemente a cualquier ciudadano con el pretexto de incrementar la recaudación.

Triste es que, como Mexicanos, durante el próximo sexenio vamos a perder muchas de las libertades y garantías individuales de las que hoy gozamos, ya que un régimen que accede al poder mediante el fraude y con márgenes tan estrechos de diferencia, con una población predominantemente pobre, una descomposición social latente y un presupuesto con mas deuda de la que soporta, no lograra gobernar si no es por medio de la represión y el uso de la fuerza del estado; pero lo mas Triste de todo es que aun no nos hayamos dado cuenta de eso.