Como Siempre
Es de noche como siempre que despierto, así que me desperezo y aspiro profundamente, como siempre, el aroma mezclado de barro húmedo y flores podridas que caracteriza a este cementerio me inunda y me tranquiliza, hoy hay luna llena y observo a mi alrededor las imágenes de las lapidas que circundan mi lugar de descanso, lapidas adornadas con tristes cruces sucias, floreros vacíos en los que el agua estancada genera nubes de mosquitos e imágenes de santos desgastadas por la eternidad, sin embargo, hoy sucede algo diferente, se ve luz en la oficina del patrón.
Con curiosidad me encamino hacia el lugar y veo al patrón, se quien es por que mis amigos me lo han dicho y por que lo he visto en otras ocasiones, sin embargo hoy no esta solo, lo acompaña un hombre de mediana edad que no es ni muy alto, ni muy bajo, no es muy flaco, ni muy gordo, es lo que llamarían un “X”, pero tiene una mirada huidiza y un susto que se le nota a leguas, parece que es una de esas personas que ha visto demasiadas películas de horror.
Escucho como el patrón lo instruye para las rondas nocturnas y me alegro, pero sobre todo me llama la atención la advertencia que le hace sobre “No molestar a los Muertos”, se que el patrón es un hombre bromista y sin duda ha querido espantar un poco a su nuevo esclavo, -En Fin- pienso, -Al menos habrá alguien mas aquí-, siempre es buena la compañía en un lugar como este y como soy un buen vecino, acelero el paso para presentarme.
El patrón termina su leyenda favorita y se marcha justo en el momento en que llego, como siempre, pasa frente a mi sin verme -Que tipo mas odioso!- pienso, -Quizá este nuevo encargado se distinto-, así que con mi mejor voz le digo -Hola! Hola!-, el se sobresalta, mira hacia donde estoy sin verme y me doy cuenta de como su cara palidece aun antes de que de media vuelta para encerrarse velozmente en la oficina.
Me quedo parado frente a su puerta y con un movimiento de hombros me resigno y regreso a mi cripta, no será ni el primero ni el ultimo velador que no quiera hablar conmigo, la noche avanza y yo sigo, como siempre, ocupándome de mis asuntos, alrededor de la media noche se abre la puerta de la oficina por la que sale el velador armado con su linterna y un bat de béisbol, -Un tipo precavido- pienso, ya que en estos días uno nunca sabe con que sorpresas puedes encontrarte en un cementerio de noche, es mas, yo mismo no suelo alejarme mucho de mi cripta, a menos que encuentre algo interesante que observar.
El velador pasa junto a mi y nuevamente le digo -Hola! Hola!-. Caramba!! Que brinco ha pegado!! y todo por un simple “Hola!”, lo observo regresar a todo correr a la oficina dejando el bat tirado a medio camino, -Caray- pienso, -Que tipo mas raro!-, después de meditarlo solo un minuto, decido que debo aclarar las cosas con el y me encamino a la oficina, al llegar a la puerta la encuentro cerrada, sin embargo eso no es ningún impedimento para mi y como siempre, entro sin mas ni mas.
Una vez adentro, espero un segundo para que mis ojos se acostumbren a la luz y comienzo mi búsqueda del encargado -Ha de la casa, casa!- grito y me sorprendo de lo rara que suena mi voz, como de ultratumba, escucho ruido en la habitación contigua y por debajo de la puerta veo la luz que se apaga mientras entiendo que ahí esta el velador y que se esta escondiendo de mi -Que tonto!- pienso, -No tiene nada que temer de mi-, así que decido decírselo personalmente y entro en la habitación oscura, tras otro lapso breve para acostumbrar a mis ojos a la oscuridad, recorro la habitación con la mirada y descubro al velador temblando como loco y metido debajo de la mesa de los ataúdes, al instante me preocupo y pienso -No estará enfermo?-, y me encamino hacia el para constatar que no tenga temperatura o algo peor, me acerco lentamente y trepo por la mesa para acercarme mas a su frente; Mi paso por la madera produce un sonido que se escucha lejano y cercano en un raro efecto, el pobre tipo, al escucharlo, se enconcha aún mas y comienza a rezarle a todos los santos -Que tipo tan raro!- pienso y sin mas ni mas me acerco a su oído y le pregunto -Estas Bien, Bien?-, un grito desgarrador sale de su garganta al tiempo que el tipo se levanta, sale corriendo sin ver y va a estrellarse directamente con la pared de enfrente.
Solamente escucho el CRACK de su cráneo al romperse contra la pared al tiempo que lo observo caer de espaldas, saltando me acerco a el y de un brinco me planto en su cara, -Caray! Caray!- digo, -Otro que no quería hablar con un simple sapo- pienso, y sin mas tramite, como siempre, regreso saltando a mi cripta para buscar algunos moscos que me servirán de cena.
<< Home