Deseo Cumplido

En uno de tantos cruceros caóticos que hay en esta ciudad, había una pequeña niña de mas o menos 8 años de edad, que corría feliz entre los automóviles junto con otros niños de las mas diversas edades y formas que comparten algunas características básicas; Todos van armados con una botella de plástico que contiene un liquido de color indeterminado que suponemos será agua jabonosa y un “húlito” negro.

Entre risas, bromas y gritos, la parvada de niños lucha por ganarse los autos sorprendiendo a los desprevenidos automovilistas al arrojar desde mediana distancia el chorro de jabón que les empaña el parabrisas, obligándolos a consentir que los niños terminen su tarea bajo una lluvia de protestas y miradas que van de las fastidiadas a las furibundas, pasando por las resignadas y las indiferentes.

A pesar de su pobreza la niña no es infeliz, no tiene nombre, por lo que la gente la llama de muchas formas, mocosa, niña, escuincla, pero su preferida es ranita, que es como ocasionalmente la llama ese señor que la cuida y que a veces le da algo de comer, ese señor al que entrega invariablemente todas las monedas que recolecta en el crucero; Su vida ha sido así desde que recuerda, el mismo crucero, los mismos juegos, las mismas risas y un hambre constante que no alcanza a aplacarse nunca.

Poco antes de llegar al crucero, se encuentra una pareja que aprovecha cualquier instante en que el automóvil se medio detiene para besarse como si el mundo se fuera a acabar, difícilmente pueden mantenerse separados uno del otro y menos tienen ojos para nada fuera del pequeño mundo que es el interior de su automóvil, se hablan, se besan y se hacen promesas que seguramente nunca han de cumplir.

Atrás de la pareja, viaja un hombre maduro sumergido en sus pensamientos, esta harto de su vida, harto de su jefe que lo obliga a llegar temprano al trabajo, harto de la monotonía de sus labores diarias, harto de las quejas de sus hijos, harto de no tener dinero, pero sobre todo harto de su mujer, un hombre que aún no logra explicarse como es que aquella muchachita simpática que cortejo y embarazo en la secundaria se convirtió en la cosa espantosa que despierta todos los días a su lado, en un atisbo de lucidez observa a la pareja que viaja en el automóvil frente al suyo y algo se rompe en su interior; En ese momento toma una decisión, Se Larga, cualquier cosa con tal de no seguir soportando su miserable existencia.

No bien acaba de tomar la determinación de largarse, cuando lo asaltan las dudas que siempre lo persiguen, Que hacer? A donde ir? Como subsistir?, mientras tanto el trafico avanza acercándolos al crucero de la niña.

Conforme el trafico avanza, la frustración de nuestro personaje aumenta, siente rabia e impotencia, al tiempo que eleva una plegaria a dios o al diablo para que cambien su vida, no le importa a quien, solo quiere que alguien lo saque de la prisión en la que vive liberándolo de su triste situación.

Al llegar al crucero, la pareja se ve sorprendida por el certero chorro que la niña arroja al parabrisas y que los devuelve a la tierra por un instante, el muchacho molesto gesticula frenéticamente diciendo que no quiere la limpieza, al tiempo que la niña trepa ágil al cofre y extiende el jabón con una fibra que, sin querer, va rayando el parabrisas; El muchacho lo nota y una furia inexplicable se apodera de el al tiempo que baja su ventanilla para reclamar airado a esa “mocosa” por rayarle el parabrisas, todo pasa muy rápido, la luz del siga se enciende y avanzan los autos, la niña aun no acaba su labor por lo que el carril se detiene, al ver esto el señor maduro maniobra para pasar al auto detenido, el muchacho impaciente acelera cuando la niña se esta bajando de su cofre lo que la arroja directo al camino del automovil que rebasa.

Se escucha un golpe sordo seguido de un rechinido de llantas, después, solo el silencio que inunda el crucero, mientras debajo del cuerpo desmadejado de la niña crece una mancha oscura que inunda el pavimento.

La niña continua sus juegos y sus risas, no sabe que ha pasado, solo sabe que nunca mas tendrá hambre y se siente más feliz que antes, escucha que alguien la llama por su nombre, no mas mocosa, no mas escuincla, no mas ranita, ahora sabe quien es y brincando alegremente se dirige a su hogar.

La pareja huye despavorida, dejando atrás al señor que impacto a la niña petrificado en su asiento, no comprende que sucedió, solo observa a la muchedumbre que cerca su automóvil y el cuerpo de la niña. Como en un sueño, observa al policía que lo baja del automóvil y le pone las esposas, sin ofrecer resistencia deja que lo metan a la patrulla al tiempo que piensa que seguramente pasara el resto de sus días en la cárcel, la luz se hace en su cabeza y una sonrisa asoma a su rostro, no volverá al trabajo o a su casa, no volverá volver a ver a su jefe ni a su esposa, su deseo se ha cumplido.... Y en cierta forma.... Fue Feliz.

Idea original de VAHG