Reflexiones de un Burócrata Iluminado

Diversas Reflexiones, Opiniones, Pensamientos e Historias que acompañan a una vida como la de todos, donde hay luz y sombras, en la que se viven con intensidad los errores y se sufren hasta lo indecible los aciertos.

Mi foto
Nombre: Raistlin
Ubicación: D.F., Mexico

martes, abril 19, 2005

Desde el Infierno


Aun recuerdo como comenzó todo, después de haber terminado una misión particularmente aburrida y haber gozado de algunas décadas de merecido descanso, nos asignaron como Ángeles Guardianes de un pequeño de alma azul que fue bautizado con el nombre de Uriel, así que parecía que el asunto iba a ser mas bien rutinario.

Al principio, el pequeño Uriel era como todos los niños, pero poco a poco comenzó a revelarse una naturaleza que puso de manifiesto dos cosas; Primero, no teníamos mucha influencia sobre el y Segundo, sus tendencias a las travesuras alocadas y sicóticas atrajeron una presencia extraña a nuestra esfera que se manifestó como una sombra que flotaba sobre el hombro izquierdo de Uriel; Mi compañera y yo recelábamos de esa sombra, ya que cada vez que queríamos acercarnos a Uriel para indicarle la senda del bien, nos rechazaba insistentemente al tiempo que la creatividad y peligrosidad de sus travesuras aumentaba exponencialmente.

Como nunca habíamos pasado por una situación de esa naturaleza y considerando que tenemos estrictamente prohibido intervenir directamente en los asuntos de los mortales, decidimos que uno de nosotros debería de subir a pedir consejo a nuestro supervisor general, así que cuando Uriel cumplió 10 años, mi compañera subió a enfrentarse al supervisor al que no habíamos visto desde hace casi 800 años; Aquí haré un paréntesis para comentarles que, aproximadamente cada 1500 años se hace una revisión del contrato laboral de los Ángeles Guardianes, en el que se evalúa su desempeño con base en el destino final de las almas que han tenido a su cuidado, los resultados se someten a un comité que, siguiendo los misteriosos designios del señor, decide si alguno de los humildes Ángeles Guardianes merece ascender en la jerarquía celestial.

Durante los 5 años en que mi compañera estuvo fuera (Las colas en el cielo son eternas...), la sombra se fue aclarando y se fue revelando ante mi una criatura de una belleza extraordinaria, tanto, que la primera vez que la vi me quede paralizado, mudo, sorprendido; Cuando pude reaccionar y trate de llamarla, la criatura me miró y sonrió enigmáticamente antes de esfumarse en mis narices, tanto me perturbo la visión que apenas tuve tiempo de reparar en que Uriel se disponía a inyectarse nuevamente una dosis de esa sustancia a la que tanto se había aficionado últimamente.

Cada vez que Uriel se inyecta, siento una descarga de dolor en el cuerpo parecida a un choque eléctrico que hace que mi figura se desdibuje poco a poco -Lo estoy perdiendo- digo en voz baja y lloro por el y por nosotros mientras Uriel se pierde en ensueños que no alcanzo a comprender.

Una de tantas veces que Uriel se encuentra perdido en ese mundo de sombras al que no puedo llegar escucho una voz que me pregunta -Por que lloras?-, sin alzar la vista y suponiendo que es mi compañera que ha regresado de su misión contesto -Por que creo que lo hemos perdido, creo que la vida de Uriel esta próxima a su fin, lloro por el, que no supo vivir y lloro por nosotros, que no lo supimos cuidar- al terminar mi explicación levanto la vista y descubro a la hermosa criatura que me mira burlona y dice -Pues ese es su privilegio, no lo sabias?-, incrédulo, no alcanzo a responder al tiempo que la criatura continua su charla –Los seres humanos, a diferencia de ti y de mi, han sido dotados de libre albedrío, por eso pueden hacer lo que quieran, así sea matarse las neuronas con ese veneno o hasta quitarse la vida si así les place, mientras tú, estas obligado observar sin intervenir directamente, solo puedes sugerirle en sueños que es mejor para el-, Cuando termina solo atino a contestar, -Yo también puedo hacer lo que quiera, Soy Libre- y por toda respuesta recibo una carcajada burlona al tiempo que ella se desvanece, antes de perderla totalmente de vista, un eco susurrado lleva a mis oídos la palabra -Pruébalo-.

Como puedo probar que soy libre?, me pregunto insistentemente por días, mientras la criatura aparece ante mi mas frecuentemente, burlandose de mi, cuestionando mi naturaleza Angelical, retandome a actuar, finalmente no aguanto más y le pregunto -Como quieres que pruebe que soy libre?- en ese momento, me asalta la sensación de haber cometido un grave error, al tiempo que observo como la mirada de la criatura se endulza por un segundo antes de responder –Fácil... Mátalo-. La brutalidad y simpleza de su respuesta me dejan helado, no alcanzo a responder y trato de articular frases que no salen de mi garganta -Lo Sabia-, dijo, -Eres un Cobarde- y desapareció.

Por meses la frase ronda mi cabeza y me atormenta, Uriel ha incrementado las dosis y ese veneno que consume me quema insistentemente, haciendo que mi imagen parezca solo un reflejo difuso de lo que antiguamente fue; Comienzo a pensar en lo fácil que sería. Solo debo dejarlo comprar un poco más del veneno que necesita, solo debo dejarlo consumir un poco mas, solo debo dejarlo morir por su propia mano...

Finalmente me decido, se que soy libre y en ese momento, como si supiera, aparece a mi lado la criatura y me observa cuando dirijo la mano de Uriel para que tome una dosis más fuerte, una dosis fatal, mi compañera regresa justamente en ese instante y observa la escena entre incrédula y confusa, no entiende que hago dentro de Uriel, observa como nuestra mano toma el veneno de la bolsa y lo pone en la cuchara, observa como la sostenemos en medio de temblores mientras la llama del encendedor transforma el polvo blanco en liquido, aterrorizada, mira como la aguja hipodérmica toma el liquido mortal que acabará con una vida, entonces me grita con todas sus fuerzas -No lo hagas!!!, Es nuestro deber Amarlo!!!, No lo Mates!!!-. La aguja cae y antes de desvanecerme escucho el grito desgarrador de mi compañera mezclado con las carcajadas de la criatura...

Siento como el veneno entra en mi y abandona milagrosamente a Uriel -Cuídalo- le digo a mi compañera mientras desaparezco de este plano de existencia; Los Ángeles no podemos morir, estamos condenados a la eternidad, los Ángeles que usamos el libre albedrío venimos al infierno, pero yo, a diferencia de los demás, estoy orgulloso de estar aquí.

Free Web Counter
Free Hit Counter
directorio de blogs