Reflexiones de un Burócrata Iluminado

Diversas Reflexiones, Opiniones, Pensamientos e Historias que acompañan a una vida como la de todos, donde hay luz y sombras, en la que se viven con intensidad los errores y se sufren hasta lo indecible los aciertos.

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Nombre: Raistlin
Ubicación: D.F., Mexico

miércoles, marzo 01, 2006

No lo Aguanto Mas


-Ya no lo aguanto mas- Dijo Ella.
-Y entonces? Que Quieres que haga?- Dijo El.
-Quiero que lo desaparezcas, No me importa como lo hagas, solo quiero que sufra lo que yo he sufrido, que sienta lo que yo sentí, quiero que pague por lo que me ha hecho-
-Eso es un poco excesivo no crees?-
-No me importa, es como un tumor en mi vida y quiero que desaparezca, puedes hacerlo si o no?-
-Claro que puedo, solo hay que cumplir un par de requisitos-
-Lo que quieras, pero no quiero que continué en este mundo-
-Primero que nada, deberás pagarme 10,000 pesos, pero debe ser dinero que tu personalmente hayas ganado, no puede ser prestado o robado, debe ser dinero obtenido con el sudor de tu frente-
-Hecho, los tengo, que mas-
-Simplemente debes aceptar el Pecado...-
-Solo eso?- lo interrumpe ella, -Pero por su puesto que lo acepto, ya no lo soporto-
-Entiendes lo que eso significa?-
-Todo lo que necesito entender es que te vas a deshacer de el, es todo lo que me importa-
-Pues no se hable mas del asunto, entrégame el dinero y dame tu mano para cerrar el trato-

Ella le extiende el sobre con el dinero y al tiempo que estrecha la mano del asesino siente un inexplicable cosquilleo que ella identifica como emoción, una emoción contenida durante mucho tiempo, la emoción de saber que finalmente se deshará de el.

-Esta hecho- Dice el Hombre –El viernes el desaparecerá-
-Gracias, ahora debo irme-
-Ahora debes irte, pero no olvides el pecado es tuyo...-

Ella no lo escucha, esta Feliz y sale casi corriendo hacia la calle, siente que su corazón palpita a mil por hora, se siente liberada de ese fastidioso ser que tanto la molesta y piensa como será su trabajo de ahora en adelante una vez que ya no tenga que lidiar con ese odioso personaje y recordó como esa misma mañana el había causado su enojo hasta el punto en que simplemente decidió desaparecerlo.

Su mente viaja con una enferma satisfacción al momento en su oficina en esa mañana en la que el se encontraba acosándola como de costumbre.

-Ya te dije que no me estés molestando, tengo trabajo que hacer-
-Si bien sabes que tu trabajo no importa, estas aquí solo por que a mi me gustas-
-Pues eso no es lo que dice mi jefa, así que por favor déjame trabajar-
-No seas rejega, sabes que el consentido del jefe soy yo, así que lo que mas te conviene es portarte bien conmigo-

La escena era la misma que se había estado repitiendo invariablemente durante el último año, el espacio abierto, las secretarias fingiendo que no escuchaban las insinuaciones que el supuesto “Asesor” le hacia a ella, al principio ella lo tomo a broma e incluso le daba por su lado, pero después la presión fue aumentando hasta volverse realmente molesta, sin embargo ese día las cosas fueron diferentes, aprovechando una ausencia momentánea de las Secretarias el desagradable individuo finalmente se descaró y trato de besarla.

-Que Te pasa!!, Suéltame Desgraciado!!-
-Así enojada me excitas mas, no te hagas que bien que se lo que quieres-
-Suéltame-

En ese momento llego la secretaria y al ver la escena volvió a salir de la oficina para no interferir en lo que sucedía, ella se dio cuenta del abandono y se sintió enormemente desvalida, perdió las fuerzas por un instante, instante que el individuo aprovecho para besarla a la fuerza, ella sintió como la ira y la indignación crecían en su interior al tiempo que percibía como se iba impregnando groseramente en su boca el sabor a cigarro, a vino y a restos de comida que despedía el individuo.

Actuó llevada por la desesperación y mas por suerte que otra cosa le pudo colocar un tremendo rodillazo en la entrepierna al acosador, con lo que este se doblo sobre si mismo y al querer buscar un punto de apoyo jaló los cables de un equipo de cómputo que se desplomó estrepitosamente al suelo.

Ante el escándalo toda la oficina se presento en el lugar solo para verla a ella limpiándose la boca con el dorso de la mano y a el en el suelo retorciéndose de dolor junto al equipo de cómputo estropeado, entonces alguien, ella nunca supo quien fue, comenzó a reír, con esa risa escandalosa que contagia y pronto todos los demás se reían de la escena, ella se sintió profundamente agraviada y en ese momento fue cuando decidió, el tenia que desaparecer de su vida a costa de lo que fuera, después los recuerdos se tornan confusos, la necesidad de arreglar el desorden, la cara de el al explicarle al jefe que había sido un problema de “Novios”, a lo que el simplemente meneo la cabeza, los cuchicheos a sus espaldas, todo, y simplemente no quiso soportarlo mas, salió decidida a hacerlo pagar.

Una vez cumplida su misión llegó a su casa y sin decir palabra a nadie se fue a dormir, por increíble que parezca, concilio el sueño con facilidad.

El llega como todas las tardes a molestarla, le encanta verla sentada detrás de su escritorio y sentir como en cuanto lo ve llegar aparece en su cara una mueca de disgusto, sin embargo hoy es diferente, en cuanto ella lo ve aflora a sus labios una sonrisa encantadora, el esta sorprendido, no lo puede creer.
.
-Hola!- le dice ella alegremente
-Que hay!- Contesta el.
-Nada, que me da gusto verte-
-Pues entonces espero que ahora si me acompañes a tomar unas copas y quizá después a algún otro lado mas interesante-
-Mira que dicho así no puedo negarte nada-
-En serio?-
Ella lo ve coqueta y le dice
-Que te parece si nos vemos a las 8:00 de la noche en la entrada del Sanborns de los azulejos?, para no ir muy lejos y ya de ahí si te portas bien podemos ir a otro lado-
-Me parece perfecto-
-Entonces esta hecho, ahí te veo, pero por favor no comentes nada por que ya vez como es aquí la gente de chismosa-
-No te preocupes, no voy a decir nada, te veo al rato- y en un destello de audacia se acerca a ella y la besa en los labios, ella no lo rechaza, ni le corresponde, simplemente lo observa con un brillo difícil de identificar en los ojos que el toma por deseo.

El llega como siempre tarde a la Cita, seguro de que ella estará esperándolo, se estaciona y en cuanto baja de su automóvil siente un par de brazos que los sujetan por el cuello desde atrás, quiere gritar pero la presión sobre su garganta es muy fuerte, comienza a faltarle el aire, siente que su visión se nubla y que sus piernas flaquean, cuando esta a punto de ahogarse lo sueltan y cae estrepitosamente al suelo, no sabe que es lo que esta pasando y antes de que pueda reaccionar, le cubren la cara con una capucha de lona negra en la que apenas puede respirar.

Cuando le cubren la cara siente como lo invade el pánico, su cuerpo se convulsiona y su mente se nubla, solo tiene un pensamiento instintivo en la cabeza, ESCAPAR!!, ESCAPAR!!, ESCAPAR!!, sin embargo su cuerpo no responde, le atan las manos detrás de la espalda con alambre de cobre, le atan los pies y como no deja de convulsionarse el individuo que lo ha atrapado le da una fuerte patada en el bajo vientre, el siente que el dolor estalla en su cuerpo, se enconcha sobre si mismo y curiosamente ese dolor le despeja la mente, regresa a la realidad y se da cuenta de su triste situación.

Trata de tranquilizarse mientras siente como lo meten en la cajuela de su propio automóvil, lucha inútilmente contra el pánico y comienza a gritar desesperadamente.
-Cárajo!, no le pusiste mordaza?- Dice una voz masculina
-Creí que iba a estar noqueado- contesta otra voz
-Pues arréglalo!-
En ese momento el recibe otro golpe en la cabeza, esta vez el impacto es mas compacto, mas fuerte y después de una abrumadora ola de dolor que lo vuelve a inundar pierde el conocimiento.

El comienza a despertar, todavía tiene la capucha puesta y no puede ver nada, esta sentado en una silla con los brazos amarrados detrás de la espalda y las piernas amarradas a las patas de la silla, no siente dolor, se siente extrañamente vacío y vulnerable, solo puede percibir un olor denso que emana de su cuerpo, es el olor de su miedo, después de lo que parecen interminables horas en las que toda clase de pensamientos atraviesan su cabeza torturándolo aun mas que los golpes físicos, hasta que siente la presencia de alguien mas en la habitación.
.
-Quien esta ahí- pregunta
-Soy tu destino- contesta una voz
-Que quieres de mi?, Dinero?, Esto es un Secuestro?-
-No quiero tu dinero, estoy aquí para tomar tu vida, alguien ha pagado por ella y a aceptado el pecado-
-No por favor, yo no le he hecho daño a nadie, pero tengo algún dinero ahorrado, suéltame y es tuyo-
-Yo ya recibí mi paga y el pecado no es mío, a mi solo me queda el placer por tomar tu vida-
.
El siente que lo invaden olas de desesperación y rompe a llorar, no sabe por que esta pasando esto, no se imagina quien seria capaz de pagar por su vida. De improviso siente un fuerte golpe en el plexo que le saca todo el aire y siente que sus pulmones queman como fuego al tratar de aspirar un poco de aire, el asco lo invade al sentir los efluvios que hay dentro de la capucha, trata desesperadamente de jalar aire cuando siente otro golpe, esta vez en la cabeza, sus sentidos estallan, ha perdido toda noción de tiempo y orientación, solo existe el miedo, el dolor, la angustia y la desesperación.

Después de un rato que a el le pareció interminable, dejaron de golpearlo, sin embargo esto no supuso ningún alivio para el, sin la distracción inmediata del dolor comenzó a ahogarse con la sangre que se agolpaba en su garganta, no podía aspirar aire por la nariz ya que de esta brotaba un hilo de sangre constante que se lo impedía, en algún momento durante la golpiza perdió el control de esfínteres así que se encontraba sentado sobre su propia suciedad, lo que hizo que su estomago se convulsionara causándole un gran dolor debido a las costillas rotas y que el finalmente vomitara dentro de la capucha, con lo que la amenaza de asfixia era inmediata.

Unas manos ágiles cortaron inmediatamente la capucha y liberaron el rostro de el que ya no era mas que una masa informe y sanguinolenta, no podía ver apenas nada y ya no podía pronunciar palabra, su mente estaba enloquecida de dolor y miedo cuando las últimas palabras llegaron a su cabeza
-Esto es de parte de “Ella”- dijo la voz.
-No es posible- pensó el, -Creí que en verdad yo le gustaba-
y con ese último pensamiento en la cabeza miro agradecido el cañón de la pistola que tenia delante, en un último reflejo cerro los ojos y no alcanzo a escuchar el estampido que finalmente le arrebato la vida.

Ella se despertó sobresaltada con el sonido de la pistola, su corazón latía alocadamente, todo había sido simplemente un sueño, pero fue tan real, tan horrorosamente real, todavía podía sentir el olor de su miedo, de su suciedad y todavía podía ver la mirada vacía del individuo un segundo antes de que le volaran la cabeza, sin embargo la imagen que siempre habría de acompañarla era la de la mirada de sorpresa que puso el hombre al enterarse que moría por encargo de ella, era una mirada de extrañeza en medio de un rostro desfigurado que la perturbaba en exceso, en ese momento, cuando ella respiraba para tranquilizarse después de tan terrible sueño escucho un susurro en su oído -Estas dispuesta a aceptar el pecado?, si es así ya sabes lo que tienes que hacer-.
.
Ella no entendía, no quería entender, no queria saber que tenia que hacer, solo sabia que era viernes y como pudo se alisto para irse a trabajar.

La mañana del viernes transcurre sin incidentes, ella siente una extraña inquietud en el pecho, ha estado nerviosa todo el día, el turbador sueño la persigue a todas horas y cuando finalmente el se presenta para acosarla como todos los días, en ese momento ella entiende lo que tiene que hacer y lo recibe con una enorme sonrisa.
.
-Hola!-
-Que hay!- Contesta el.
-Nada, que me da gusto verte...-

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