Amantes
El mundo esta lleno de personas que se miran y no se conocen, lleno de personas que no tienen otra vida fuera de la suya, que no tienen otra piel fuera de su piel, a las que solo la muerte separará e individualizará cuando tarde o temprano tengan que rendir cuentas sobre su paso en este mundo.
En medio de esta vida gris me encontré otra suerte, te encontré a ti, te mire y te conocí, te encontré tarde, te encontré de otro; Al principio, mi ser y mi vocación me impulsaban a actuar en forma contraria a mis deseos, obligándome a la distancia y al silencio, contentándome con la imagen de tu melena negra, larga y lacia, la imagen de tu piel morena que adivinaba tan rotundamente suave como tu figura, la imagen de tus ojos muy negros bajo unas cejas apenas dibujadas que invitan a perderse en ellos, la imagen de una media sonrisa que me embruja cuando surge y me mata cuando falta.
Aun no se exactamente como se rompió el silencio, como fue que tu amor generoso, ese que no se rinde, que no se vence, encontró su camino hasta mi, aun no se como escapo a la trampa de su moralidad y llego hasta mi impulsado por el deseo de ser, de poseer, plena e infinitamente, de otorgarnos momentos robados, en los que ocupamos otra piel y vivimos otra vida, convirtiendo la urgencia y el secreto en acicate del deseo y la aventura .
Hoy no deseo tu normalidad o tu fidelidad, ya que tengo tu otra piel, esa en la que eres como una diosa contradictoria en el lecho, fría solo para incendiar, ardiente solo para helar, fugaz como el tiempo y concentrada como una perla, entregada, misteriosa, sorprendente, coqueta, imaginada e imaginaria, dama que actua y no habla, hasta que regresamos del paraíso robado y reasumimos nuestros papeles con el recuerdo de una noche apasionada, con la esperanza de una noche por venir.
Desde entonces compartimos momentos robados en los que nos perdemos en la ciudad, libres y arriesgados, confundidos entre las muchedumbres nocturnas, saboreando la audacia de lo prohibido, cómplices, dispuestos a ser amantes, aunque sea solo por instantes.
A veces, al vivir mi otra vida, me asalta una sensación de melancolía intensa y pienso que el mejor momento del amor es el de la melancolia. Cuando aparecen la incertidumbre y la duda, es cuando tu amor esta mas presente, cuando es menos sacrificable a las necedades del celo, la rutina, la descortesía o la falta de atención, cuando siento el peso del amor prohibido, entonces un mensaje tuyo llega y recupero en un instante la totalidad de nuestra vida secreta juntos, la totalidad de esta pareja oculta y atónito me pregunto como es posible que el alma eterea pueda fundirse en un beso perdiendo de vista al mundo entero, entonces pienso... Es simplemente por que somos amantes.
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