Lilith III

Tercera Parte

Llegué temprano a la cita con el Merovingio, para observarlo un poco mas antes de dar el siguiente paso, todavía no estoy totalmente segura de que el será lo que he estado buscando, así que por eso trato de indagar un poco mas sobre el.

Decidí citarlo en la Plaza de Santo Domingo, por que es un lugar en el que me siento cómoda ya que estoy bien familiarizada con sus recovecos y alrededores, siguiendo la costumbre me presento con anticipación en el lugar de la cita para explorar un poco el terreno y tomar conciencia geográfica de la situación del mismo en el momento del encuentro para evitar alguna sorpresa o imprevisto.

Después de terminar un rápido recorrido por el lugar me instale en una de las esquinas superiores de los portales, desde donde tenia una excelente panorámica del lugar y me puse a esperar la llegada de mi víctima; El apareció inmediatamente después de la puesta de sol, casi 30 minutos antes de la hora acordada, cosa que me complació bastante ya que eso es un reflejo de la importancia que le da a nuestros encuentros y la prioridad que tienen por encima de otros aspectos de su existencia.

Llegó nervioso y algo intranquilo, me pregunto que será exactamente lo que lo tiene así, se que no soy yo por que es una inquietud diferente, no es la ansiedad del encuentro lo que lo tiene así, es otra cosa, algo más básico, mas primitivo.

Mientras el Merovingio comienza a recorrer la plaza vacía buscando algo, observo como sus maneras se modifican, como su paso se vuelve ligero y pienso que la búsqueda que inicie hace tiempo esta por arrojar resultados.

Recuerdo como hace casi tres años encontré en la red las primeras señales del merovingio e inconscientemente me traslade a aquella madrugada en la que detecté una intromisión de seguridad en uno de los servidores a mi cargo, con rapidez comencé a aplicar las medidas protocolarias en contra de los traspasadores informáticos encaminadas a evitar que el intruso dañara o se apoderara de la información financiera a nuestro resguardo; Cual seria mis sorpresa al observar que el intruso no estaba interesado en los estados de cuenta, que buscaba algo diferente.

Parece mentira, pero la mayoría de los Hackers que intentan entrar en nuestros servidores lo hacen únicamente “Por Deporte” y rara vez logran traspasar el segundo Firewall que tenemos instalado, muy pocos poseen la habilidad técnica necesaria para lograrlo y regularmente son defraudadores informáticos que buscan apoderarse de las bases de datos de los clientes o acceder a los registros bancarios de las empresas, en concreto, buscan información que pueda ser vendida a la competencia o utilizada para vaciar las cuentas corrientes, por eso me llamó la atención la forma de actuar de este intruso en particular, únicamente estaba interesado en las ordenes de trabajo de una constructora menor, así que deje que siguiera su intrusión intrigada por la naturaleza de la búsqueda.

Lo primero que pensé fue que era algún estudiante de informática tratando de probar sus habilidades curioseando un poco en el lugar, pero los patrones de búsqueda eran muy concretos y obtuvo lo que quería en un par de minutos y abandono el servidor, la información que obtuvo era totalmente inocua, la podría haber obtenido preguntando a cualquiera de los trabajadores de la pequeña compañía, era demasiado trabajo para algo tan sencillo.

Reporte el incidente y rápidamente mejoramos nuestras medidas de seguridad, finalmente algo interesante que hacer durante los turnos nocturnos, una emoción extraña me invadió y casi comencé a esperar la próxima visita del curioso intruso, recuerdo que me interese en la informática casi desde el principio, primero solo fue curiosidad, después descubrí que era una actividad que podía realizar de noche, una actividad perfecta para alguien que no duerme, perfecta para alguien como yo.

Paso un tiempo y casi había olvidado al extraño intruso, cuando una nueva intromisión llamo mi atención, nuevamente la búsqueda de datos irrelevantes era precisa e inocua, la dirección de entrega de equipo deportivo de precisión, ballestas y arcos diseñados para caza mayor, en esta ocasión logré seguir la pista electrónica de ese individuo que pronto se convirtió en mi nuevo pasatiempo.

Después de algunos meses averigüé que el intruso era un Hacker conocido como merovingio, cosa que inmediatamente atrapó mi atención, seria posible que el fuera la respuesta que he estado buscando?, así que comencé a reunir toda la información posible sobre este curioso sujeto, poco a poco me fui enterando de sus hábitos tan peculiares, únicamente se conectaba a altas horas de la madrugada, buscaba básicamente información sobre renta de equipo de construcción, adquisición de equipo deportivo y seguimiento de transferencias electrónicas realizadas desde roma, finalmente hace un año y medio logre ubicar físicamente el lugar de trabajo del merovingio y decidí que tenia que conocerlo.

Me llevé una gran sorpresa al descubrir que la guarida del merovingio era una enorme edificio corporativo, ya que inconscientemente había dotado a mi elusivo personaje de un aura sobrenatural que nada tenia que ver con el cristal y el acero de ese frío edificio, así que estaba a punto de olvidar mi búsqueda pensando que había estado siguiéndole la pista a un empleadillo cualquiera cuando lo sentí por primera vez.

Un viento helado se coló hasta mis huesos e instintivamente me oculté dentro de mi automóvil, pude sentir su paso y cuando me anime a mirar distinguí su silueta; Con solo verlo supe que el era exactamente lo que me imaginaba.

Regrese a mi casa con mil ideas en la cabeza, no cabía de felicidad, finalmente había encontrado un nuevo reto, alguien que seria un poco mas difícil de manipular que las personas comunes, y me puse a elaborar un plan para conocerlo.

Lo primero era lanzar el anzuelo y esperar que picara, lograr despertar su curiosidad y animarlo poco a poco a confiar en mi, así un día lance el mensaje que dio inicio a la cacería “Hola Merovingio, por que no quieres hablar conmigo?, me tienes miedo?”, en cuanto recibió el mensaje desconecto el ordenador, deje pasar un par de minutos y marque su numero de teléfono, contesto al primer timbrazo y escuche su voz cavernosa decir –Bueno?-, una sensación de alivio me inundo al comprobar que el merovingio no había escapado, no creía que yo fuera una amenaza seria, aún tenia posibilidades de atraparlo, así que dije –Disculpe, me podría mandar una pizza grande hawaiana?-, con lo que me indico que había marcado un numero equivocado y colgó, ahora solo quedaba esperar que su curiosidad lo llevara a buscarme, después de un par de horas llegó el mensaje esperado –Hola- y con gran emoción comencé a tejer mi red entorno a el.

La primera cita era fundamental, así que planee cuidadosamente el encuentro para que pareciera lo mas casual posible, igual que hoy, llegue con mucha anticipación para estudiar el terreno y lo observé llegar, cada vez estaba mas convencida de que el era lo que yo suponía, y me sorprendió y agrado que tratara de ocultarme su verdadera naturaleza, todos sus movimientos denotan rudeza, fuerza y seguridad, sin embargo en el fondo es como un niño para mi, un pequeño peón en el juego de la reina, un trofeo mas para colgar en una sala abarrotada de ellos.

Lo sorprendí embelesado con una mujer que aparentemente concordaba con la idea que se había forjado de mi, muy pronto se llevaría una sorpresa, así que me acerque silenciosamente a el y murmure en su oído -Preferirías que ella fuera Lilith?-, me divertí enormemente con su turbación y lo deje ver un poco de fuego en mi interior antes de continuar con la farsa.

Para mi satisfacción descubrí que el merovingio era muy ingenuo a pesar de ser lo que era, no era inocente y sin embargo en realidad no sabia casi nada del mundo, por eso fue fácil entrar en su espacio, lo difícil fue entrar en sus sueños, hacerme presente en sus deseos e iluminar su soledad para que poco a poco bajara la guardia.

Han pasado cuatro meses desde el primer encuentro y creo que esta listo para el siguiente paso, parece que ha encontrado algo en la esquina de la plaza, un halo de oscuridad se cierne sobre el así que me pongo en marcha y me apresuro a llegar a su lado, cuando lo alcanzo ya ha terminado su tarea, ha sido muy rápido y silencioso, el corazón me late desbocadamente, esta es la parte más delicada, me planto con tranquilidad a su espalada y espero que termine de acomodar los despojos, tratando de contener la emoción que me embaraza, así que cuando finalmente el merovingio se da la vuelta me encuentro directamente frente a el.

Por un momento creo que me va a atacar y que así terminará esta aventura, así que espero que mis apreciaciones sean correctas y que los sueños hayan tenido efecto, observo con una expresión cuidadosamente neutra como una cantidad tremenda de emociones atraviesa el rostro del merovingio, emociones que van desde la sorpresa, a la furia, pasando por la incredulidad y finalmente en desolación.

Muy despacio, le doy la espalda y lentamente camino lejos de la plaza, el se ha quedado congelado, no sabe que hacer, intenta seguirme y se detiene, trata de hablarme y finalmente no dice nada, casi puedo sentir las emociones contradictorias que lo tienen atrapado, sigo avanzando sin prisa, y al llegar al final de la calle, escucho un grito de frustración incontrolada, me detengo un segundo y no puedo evitar que una sonrisa asome a mi rostro, se que el esta observándome, preguntándose que hacer, así que después de esa pequeña pausa continuo mi camino sabiendo que el se queda atrás sin saber que esta pasando, casi lo tengo...

.
Continuará...

.

Cuarta Parte